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Roberto Márquez: Inocente

Luego de las falsas acusaciones a Roberto Márquez Zalamea, lanzadas en las redes sociales por la señora Viviana Vargas Vives y retomadas de forma irresponsable por algunos medios de comunicación en julio de 2020, la Fiscalía General de la Nación emprendió una investigación de oficio sobre el caso. Esta investigación culminó con una sentencia debidamente ejecutoriada a favor de Roberto Márquez, la cual confirma su inocencia.

Desde que tuvieron lugar las falsas acusaciones, Roberto Márquez guardó silencio esperando la acción de la justicia. Por eso, ahora responde con contundencia y verdad a los injustos e infames señalamientos, a las mentiras y calumnias que afectaron su reputación y la de su familia.

Que a nadie le quede duda: Roberto Márquez es inocente.

Foto sentencia a favor de Roberto Marquez falsamente acusado por Viviana Vargas Vives

Esta página, resultado de un trabajo de investigación complejo realizado por un equipo conformado por un abogado, un perito forense y un psiquiatra, recoge los testimonios, los documentos y las pruebas de que las acusaciones son falsas para que las futuras generaciones tengan la seguridad absoluta que las infundadas e ignominiosas acusaciones que una vez enlodaron el nombre de Roberto Márquez nunca tuvieron sustento legal y fueron meras fantasías y calumnias de la señora Viviana Vargas Vives.

Comunicado de Roberto Márquez

A todos los que conforman mi adorada famiia,
A mis queridos amigos,
A la opinión pública.

En julio de 2020 fui acusado falsamente en las redes sociales y medios de comunicación de haber cometido un crimen atroz, por lo que he pasado la etapa mas dura de mi vida.  

Hoy, cuando mi evidente inocencia ha sido ratificada con una sentencia ejecutoriada a mi favor y después de un trabajo profesional y complejo, finalmente puedo responder de una manera seria y fundamentada, al irresponsable espectáculo mediático al que fui sometido por la supuesta víctima.

Comunicado de Prensa - Caso Roberto Márquez falsamente acusado

  • La Fiscalía General de la Nación resolvió precluir la investigación en contra de Roberto Márquez el 5 de agosto de 2021, decisión ejecutoriada el 1 de septiembre del mismo año, lo que reconoce su inocencia.


Tiempo de
contar la verdad

Un gran tío
y un padre ejemplar



Un buen hijo
y un hermano amoroso




Unidos contra la infamia




La verdad versus la fantasía que daña vidas: Dr. Roberto Sicard

Preguntas y Respuestas - Caso Roberto Márquez

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Imagínate que, un día te levanta una llamada de un familiar en la madrugada para decirte que el Sr. Jaime Vargas Vives dice que yo abusé de su hermana hace 30 años atrás. Lo primero que pensé es que se trataba de una equivocación, de un malentendido, de alguna incongruencia.

Imagínate que, vas caminando por la calle y una persona te señala como abusador sexual enfrente de tu mujer y tus hijas, y que de repente algunos empiezan a señalarte de un aberrante delito que nos has cometido. ¿Cómo te defiendes? Qué les dices? ¿Cómo reaccionas? Y,  ¿qué pasa cuando ves ese testimonio es repetido en los medios de comunicación?  Cuando unos medios citan a otros como fuente de la información, sin siquiera consultarte…

Cuando ví la gravedad de las falsas acusaciones de la señora Viviana Vargas Vives y el inmediato eco de los medios de comunicación, que replicaron las calumnias sin pensar, sin preguntar, sin cuestionar los testimonios,  lo primero que sentí fue angustia y el dolor de la injusticia. Pensé  en mi esposa y en mis dos hijas y sentí un estado de indefensión absoluta. Mi palabra contra la de una mujer, que afirmaba algo que no era cierto, que yo la había violado hace 30 años, ¿cómo podía demostrar que semejante aberración no era verdad?

Yo sabía que no había hecho nada de lo que decía. Sabía que eran mentiras y no podía creer que algunos aceptaran esas acusaciones como ciertas. Sentí impotencia.  Yo no tenía cómo demostrar mi inocencia. A los pocos minutos entendí que mi única salida era acudir a la justicia. Antes de medio día, ya estaba reunido con el Doctor Del Villar, un abogado muy prestigioso, penalista, sí, penalista, yo que jamás pensé que tendría que siquiera hablar con algún abogado penalista, ahí estaba sentado, escuchando las alternativas, con el alma en vilo, tratando de encontrar la manera de defenderme de las calumnias.

Acordamos enfrentar el tema legalmente, sin acudir a los medios de comunicación o a las redes sociales. Hice lo correcto. Me reuní con mi esposa y mis hijas. Con lágrimas en los ojos les conté lo que estábamos enfrentando como familia. Desde entonces estamos unidos frente a los señalamientos que no han terminado de ocurrir.

En las redes sociales y en los medios el que calla otorga. Sin embargo, en el ámbito de la justicia, las decisiones judiciales son las verdaderamente determinantes. Esperé a la justicia. Esperé a que el sistema reconociera mi inocencia. Ante la justicia colombiana soy inocente. No hay ninguna causa en mi contra. Hice lo correcto.

Esperé por muchos meses la denuncia por violación tan anunciada por la calumniadora (inclusive con la fotografía del documento) la cual nunca llegó. Nunca interpuso denuncia alguna. Jamás utilizó el sistema legal colombiano; continuó difamando mi nombre, acosando a mi familia  por redes sociales y medios de comunicación nacional y algunos le creyeron seguramente. Sus fantasía le sirven ahora como plataforma política. Tal vez porque la gente quiere oír a las víctimas, sin importar si realmente lo son. El discurso amarillista vende, aumenta el rating de lo medios y da réditos políticos.

Creo que es la señora Viviana Vargas Vives quien debería contestar esa pregunta. Probablemente sea una mujer atribulada que realmente sufrió abusos, no sé, pero no fui yo quien se los infringió. Además, sus falsas acusaciones le sirvieron como trampolín político (ella es ahora candidata al senado por el Nuevo Liberalismo como abanderada de las mujeres abusadas). Por eso, yo le advertí en su momento a la Fiscalía General de la Nación que la motivación que ella tuvo para señalarme podía estar vinculada a sus aspiraciones políticas. Estaba en lo cierto. Vivimos en un mundo lleno de egoísmo y falsedades dónde la compasión no existe.

Yo no saldré nunca en los medios para declarar nada. No es mi estilo. Espero que cualquier pregunta, cualquier duda obtenga una respuesta adecuada en este lugar. Además, mi mundo no es el de la pugna y la confrontación que proponen las redes sociales. Eso se lo dejo a los influencers y a los políticos.

A  través de esta página quiero restablecer mi reputación, es un derecho humano fundamental, y dejarles a mis hijas y a mis futuros nietos, a mis hermanas, a mi mamá y a los amigos un testimonial que evidencie este esfuerzo conjunto por restablecer la verdad. La verdad construida desde la conciencia de la inocencia. La verdad como camino recorrido en la vida. La verdad como fuente de certeza. La verdad como columna y cimiento de vida. La verdad que me permite firmemente mirar a mi madre, a mi esposa, a mis hijas, a mis hermanas y a mis amigos para decirles desde el fondo de mi ser que soy inocente y que le agradezco infinitamente por creer en mi palabra. La verdad que reconoce la justicia que se erige como pilar donde se desarrolla la sociedad en la que vivo. Nunca me fui, nunca me iré. Mi vida está en Barranquilla y aquí la afrontaré con lo que nos traiga, con la frente en alto.

Yo soy un hombre metódico. Sin tener el soporte jurídico habría sido sólo una respuesta mediática tan vacía y endeble como las falsas acusaciones de la señora Viviana Vargas Vives en mi contra. Decidimos enfocarnos en contestar a una eventual denuncia y y en demostrar que yo no había cometido ningún delito. Yo no solo tenía clara mi inocencia sino que además creo en el sistema juidicial y preferí esperar a tener una sentencia a mi favor. Además, quería estudiar el caso detenidamente y no solo sino con la ayuda de expertos de diferentes áreas antes de dar un paso de esa magnitud. Los posibles delitos cometidos por la supuesta víctima no son solo calumnia; y el daño no solo ha sido contra mi. La evidencia es contundente. Por ejemplo, ¡imagínese que la señora Viviana Vargas Vives se atrevió a decir que yo violé a mis propias hijas y sobrinas! Pero como dije en mi comunicado, tenemos tiempo suficiente, no hay prisa. Lo importante es actuar dentro del tiempo que corresponde y de forma contundente.

Hago un llamado a las mujeres, para que cuenten sus historias de abusos, para que denuncien a sus agresores. A mis dos hijas, a mis sobrinas, a mis hermanas y a todas las mujeres  para que nunca callen, pero que cuando hablen, cuando denuncien, tengan la absoluta certeza de lo que dicen; y que sus testimonios no sean el resultado de recuerdos obtenidos a partir de regresiones psicológicas. Y, que por favor, por Dios, que sus denuncias no respondan a la necesidad de ser reconocidas socialmente y mucho menos que nunca busquen con ellas acceder a cargos políticos. 

Yo no soy víctima de nada y mucho menos de un movimiento que busca resarcir los pisoteados derechos de las mujeres. Me tocó en la vida lidiar con esta tragedia y encontré el soporte de mi esposa, de mis hijas y de mi familia para hacerlo. Gracias a todos, por creer en mi palabra, por estar ahí siempre. No saben la satisfacción personal que produce mirarlos a los ojos y saber que nunca han dudado de mis acciones. Soy inocente y así lo sabrán mis nietos y nietas, y ahora, nuestros amigos y la sociedad barranquillera que lee ésta página, a quienes les pido desde el fondo del corazón que me restituyan ese derecho que injustamente me quitaron los medios y las falsas acusaciones de la señora Viviana Vargas Vives. Soy inocente y quiero dejar salir ese grito que estuvo desde el primer momento atrancado entre el pecho y la espalda.